Pues sí, el tomate frito es una cosa tan española como Manolo Escobar. Y es algo que descubrí después de buscar, sin suerte, esta salsa de tomate que tanto nos gusta en el país de la paella.
Mercadona, Orlando, Solís, Eroski, Dia, Carrefour… Por desgracia, nada de eso existe en Australia y ninguna de esas marcas nos va a traer nuestro tomate frito favorito. Deja de llorar y acéptalo.
Dirás, y con razón, que el tomate frito se puede comprar en tiendas especializadas que venden productos españoles, pero a $7 el cartón en muchos sitios, prefiero aprender a hacerlo en casa. Que vaya, no tiene mayor misterio cuando le pillas el truco y sabes qué productos comprar en Australia para hacerlo.
Normalmente, cuando preparo tomate frito lo hago para congelar, de esta manera tengo para 8 raciones separadas en 4 botes. Obviamente, si quieres preparar más, simplemente dobla la cantidad de los ingredientes y listo.
Ingredientes
- Lata de 800 g de tomate triturado (En Coles cuesta $0.80)
- 4 ajos frescos (Si los puedes comprar ya pelados, mejor)
- 3 cebollas marrones
- 1 pimiento rojo (o verde, según gustos)
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Azúcar
Receta
Pela los 4 ajos y córtalos en pedazos pequeños, ponlos en la sartén con aceite de oliva y déjalos dorar.
Mientras se doran los ajos, pela y trocea las 3 cebollas y el pimiento y añádelos al ajo cuando ya esté dorado.
Con un mortero, mezclamos la sal, azúcar y pimienta negra para añadirlo a la sartén con todo.
Ahora que la base de la salsa está hecha, procedemos a echar los 800g de tomate triturado y a mezclarlo todo bien.
En mi caso, dejo la mezcla a fuego lento por 10 minutos para que la salsa se caliente de forma homogénea. Tras ello, lo cocino por 15 minutos en una olla a presión.
Listo! A partir de aquí es preferencia de cada uno el pasarlo todo por batidora o no. Personalmente, me gusta más cuando trituro todo con la batidora de mano.
Como véis, tras batirlo todo queda más homogéneo y el sabor más mezclado. Pero, como he dicho antes, es cosa de cada uno batirlo o no.
¡Ya está! Queda todo embotado y listo para un mes.