Cuando vas al monte en invierno, corres el riesgo de quedar empapado de agua. Uno de los principales inconvenientes es el no poder hacer fuego porque tus herramientas quedan inservibles cuando se mojan. Una solución clásica es llevar encima cerillas/fósforos impermeables (a prueba de agua).
Lo normal es que este tipo de cerillas sean caras o complicadas de conseguir. Con el truco que te traigo hoy podrás adaptar unas cuantas cerillas de las que ya tienes para que resistan la lluvia y, además, puedas llevarlas contigo en la misma caja que las demás.
El truco no es más que pintar 3/4 de una cerilla con esmalte de uñas. Con 2 capas es suficiente. Una vez secas, puedes volverlas a dejar dentro de la caja con las otras cerillas y así no ocupan espacio extra y será más fácil tenerlas contigo siempre.