Muchas cosas están cambiando en Madrid. Entre ellas, como es de costumbre, está el tema arquitectónico, activo desde siempre y sorprendiéndonos cada vez más.
Hoy hablaremos de la finalización de las obras en el lugar donde antiguamente se encontraba el edificio del Banco Atlántico.
Tras la adquisición del edificio por la catalana Renta Corporación en 2006, fue derribado a finales de 2007, impresionando a los transeúntes que se encontraban, de repente, con un enorme agujero en plena Gran Vía.
Renta Corporación quiere “restaurar la homogeneidad formal y estilística” que cree perdida en la zona. Según ellos, Banco Atlántico era un “accidente” que cortaba la continuidad en el estilo y la unidad estética con las fachadas de la calle.
Hablamos que el edificio del Banco nunca había sido aceptado, ya que desde su proyecto original rompió con la estética de la zona en todos los aspectos. Para construirlo, se demolió parte del anterior, el Hotel Nueva York, siendo en realidad una rehabilitación pomposa.
Básicamente, lo que se hizo fue adelantar la fachada por delante de todas las demás y conservar la estructura principal. Con el Nuevo edificio de viviendas se ha recuperado la línea que Gran Vía necesitaba, y que durante 30 años se echaba de menos en la afamada calle.