Normalmente, un radar satelital no puede escanear la superficie del fondo marino, pero sí que puede medir la superficie del océano y sus variaciones inducidas por su fondo. Un escaneado con barcos es más preciso, pero mucho más costoso y lento, ya que, a día de hoy, tan solo el 10% del fondo marino está topografiado.
El objetivo es poder tener la topografía más precisa hasta la fecha de los océanos en poco tiempo. Así, luego, se podrá ir refinando mediante barcos a lo largo del tiempo.
Además, la ESA va a compartir estas mediciones con Google para que este lo use en su próxima actualización de Google Earth, donde podremos pasear por nuestros fondos.
CryoSat-2, una segunda oportunidad
CryoSat fue un satélite de la ESA que se lanzó el 8 de octubre de 2005. El lanzamiento fracasó debido a que el motor de la segunda etapa del cohete que lo transportaba no se apagó cuando estaba previsto como consecuencia de un fallo del sistema de control de vuelo de la tercera etapa.
Pero no se rindieron, unos meses después de su destrucción, en febrero del 2006, la Agencia Espacial Europea decidió construir y lanzar una versión mejorada llamada Cryosat-2. Su lanzamiento se realizó sin incidentes el 8 de Abril de 2010. Opera en una órbita aproximada de 700 km de altitud. Su inclinación le permite alcanzar los 88º de latitud.