Cuando vamos a sacar una foto, tenemos que tener en cuenta cuánta luz deja pasar nuestro objetivo. A todos nos viene con nuestra cámara réflex un objetivo de un valor F3.5 en el angular, y en las tipo bridge/puente un valor típico de F2.8. Vale, pero… ¿qué significa todo esto?
Hablando de luminosidad
El valor F indica, hablando rápido y mal, cuánto estamos cerrando el objetivo, si el valor es 1 es que está completamente abierto, si el valor es 32 es que lo estás cerrando casi al máximo. Por lo tanto, cuando hablamos de un F1.8 estamos hablando de un objetivo muy bueno que nos dará, en términos generales, una mayor luminosidad a mismo diámetro de lente. Digo esto último porque es común confundir el valor F con la luminosidad, y no es correcto. Lo explico con un ejemplo fácil de entender:
Comparemos 2 objetivos. Uno de tamaño de una moneda de 1 centimo, y el otro del tamaño de un edificio de 4 plantas. El objetivo pequeño tiene un valor F de 1.4 y el grande tiene un valor F de 30, es decir, el objetivo pequeño lo “estamos cerrando” 1.4 veces y el objetivo grande lo “estamos cerrando” 30 veces. Es obvio que el objetivo grande, aun cerrándolo más, tendrá una “ventana” de luz bastante más grande que el pequeño.
Creo que ha quedado claro, con esto quiero dar a entender que, en la posición 70 mm, un objetivo Canon 70-200mm F4 es más luminoso que un 70-300mm F4-5.6 de Sigma, ya que, aparte de tener más diámetro de lente, está compuesto por minerales como la fluorita, que aportan mayor flujo de luz.
Hablando de profundidad de campo
Pero modificar este valor no solo modifica la cantidad de luz que vamos a dejar pasar a la cámara, también modificamos la profundidad de campo, es decir, la cantidad de espacio que estamos enfocando.
Esto se explica de manera muy sencilla con la siguiente fotografía:
Como vemos, con un valor F bajo conseguimos un enfoque muy definido al sujeto principal de la fotografía. Y con un F alto enfocamos casi a todo. Esto para enfatizar el sujeto es perfecto, sobretodo en retratos.