Hola, espero ayudar a mucha gente con este problema, ya que he encontrado la solución, quizá alguien lo haya resuelto ya, pero lo desconozco.
Mi iBook G4 dejó de funcionar un buen día sin razón aparente, lo dejaba de hacer después de un rato, aunque luego si lo encendía volvía a funcionar por otro corto período de tiempo, todo ello hasta que dejó de funcionar por completo. El problema se puede describir de la siguiente manera:
Lo enciendo y no sale nada, pero el ventilador empieza a girar como loco.
Tras desmontarlo varias veces para hallar el problema me dí cuenta de que aplicando presión en una zona determinada el iBook volvía a encenderse y funcionar, lo que me hizo pensar que algún chip estaba despegado de la placa. Me llevé una gran alegría, ya que por lo menos no había muerto y todavía podía salvarlo. Lo tenía claro, cada vez iva a ir delimitando más campo de acción de esa presión necesaria.
Iva probando zonas que no lo hacía funcionar y las descartaba, otras zonas hacían que funcionase, y me hicé un pequeño esquema con puntos verdes y rojos hasta que dí con una zona verde en concreto, desconozco la función de este chip, pero puedo asegurar que era el causante de esta inoperatividad.
Ahora os explico gráficamente qué es lo que hice para solventar este problema y mantener en el chip una presión constante sin tener que estar empujando con el dedo siempre.
Primero procedemos a desmontar la carcasa de nuestro iBook con muchísimo cuidado, se puede usar un destornillador plano ancho y fino, pero para esto se aconseja la herramienta de plástico como las que se usan para desmontar los móviles. También quitamos la tapa de metal que protege la placa con cuidado de no arrancar algún cable que quede posiblemente enganchado.
Localizamos la zona que causa la inoperatividad.
Ahora ya entra en juego la habilidad y la imaginación del técnico que llevamos dentro. Debemos colocar un objeto entre el chip y el cable de la alimentación consiguiendo así que no se mueva, ya que tras poner y atornillar la tapa metálica quedará retenido y presionando al culpable. Para esto podemos usar desde un montón de hojas dobladas una encima de otra hasta un tope de puerta autoadhesivo.
Tras nuestra intervención debemos montar todo como antes y probarlo hasta que consigamos que se mantenga encendido sin apagarse, aplicando la presión que en cada caso haga falta.
Espero que esta guía haya servido de ayuda, ya que una avería que nos puede costar unos 100/200 € la podemos atajar por unos 2 €.