Reconozco ser un privilegiado al poder llevar un negocio desde la comodidad de mi casa. Pero, como en todo, no es oro todo lo que reluce. Trabajar desde casa tiene sus ventajas, pero también puede afectar a nuestra rutina personal. Si no tomamos las medidas adecuadas, también afectará a la calidad del sueño. Al estar llevando mi tienda online “El Fotómetro Digital”, he estado llevándome mi ordenador a la cama para hacer cambios de última hora aquí y allá, terminar de procesar algún pedido y cosas así. Sin embargo, un día noté que eso estaba afectando bastante mal a mi capacidad para conciliar el sueño.

Busqué en Internet, descubrí eso de la “higiene del sueño” y le di una oportunidad. Resumiendo, he hecho un cambio radical, vaya.

Aprovechando que mi compañera de piso se ha ido, he decidido no meter a nadie más y convertir la segunda habitación de mi piso en una especie de oficina, con una mesa y una silla ergonómica. Con esto he marcado una clara separación entre mi espacio de trabajo y mi dormitorio. Esto pasó hace cerca de un mes y, desde entonces, he notado que pasa menos tiempo desde que me meto en la cama hasta que me duermo. Supongo que esto es debido a que, mi cabeza, relaciona “cama” con “dormir” y el hecho de meterme ahí ya me hace entrar en “la zona”. Y no solamente me cuesta menos tiempo conciliar el sueño por las noches, también despierto mucho más descansado y fresco por las mañanas.

Esto, sumado al no usar el teléfono mucho antes de acostarme y al Kindle que me acabo de comprar, espero que ayude de forma positiva en mi bienestar general y en mi productividad durante el día.

Aunque el espacio que he creado dista bastante del de una oficina pura y dura, el espacio está separado de la zona de ocio y de descanso. Con un pequeño soporte de portátil he podido elevar un poco la pantalla y así conseguir una posición más cómoda.

Separar los espacios de trabajo y ocio en casa es fundamental para mejorar la calidad de vida en general. Aunque pueda parecer una tontería al principio, los beneficios a largo plazo valen la pena.