Sacar una foto y plasmar lo que estabas viendo con tus ojos. Todo un reto, ¿no?
Efectivamente, cuando sacamos una foto normalmente no es lo que nosotros nos esperábamos que saliese en muchos de los casos. El ojo humano tiene un ángulo de visión total de casi 180º, pero tan solo son útiles unos 40º, que es lo que podemos usar para leer o para reconocer objetos. Ahí es donde entra este objetivo, el 35mm.
Montado sobre una cámara Nikon digital con sensor DX el ángulo de visión es de 37.26º, es decir, un ángulo muy parecido al ojo humano. Por lo que cuando sacamos una foto con este objetivo podemos apreciar que es lo mismo que estábamos viendo nosotros mismos.
Sumado a eso, la apertura de diafragma máxima de f/1.8 nos deja una profundidad de campo muy corta, perfecta para detalles en general y retratos.