China, Google y la Soberanía Digital

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¡Pobre Google! Larry Page y Sergey Brin han estado en el ojo del huracán tras su decisión de censurar ciertos resultados de búsqueda en su versión china, simplemente obedeciendo las leyes locales del país.

Las críticas no se han hecho esperar. Que si se han “vendido” al gobierno chino, que si se han “humillado”… y muchos acusan a Google de traicionar su famoso lema “Don’t be evil”. Han juntado en un mortero a EEUU, a la libertad de expresión y al Gigante Dormido. Tenemos la cena servida.

En mi opinión, que para eso tengo este blog, la polémica se entiende desde una perspectiva occidental, pero no refleja el contexto completo de lo que pasa en China y en el mundo. Nos gusta darle un toque épico y adornar todo como si fuera una lucha social. Así somos, ¿no?

China, país enorme en vías de desarrollo

Parece que hay que recordar que China es un país en pleno desarrollo con un entorno digital que aún se encuentra en pañales. Mientras en España casi 2 tercios de la población tiene acceso a Internet, en China lo hace apenas un tercio del total. En cifras relativas parece bajo (y lo es), pero si vamos a las cifras absolutas, vemos que son unos 400 millones de personas con acceso a Internet. A esto súmale la bajísima conectividad de China con el resto del mundo, con limitados cables submarinos y poca capacidad para conectar a una población tan masiva. Con esto en mente, la idea de un “Internet global” como lo entendemos en Occidente no se aplica de la misma forma en China.

La idea de un Internet abierto sin fronteras suena precioso en la mente de un adolescente y sería maravilloso que se materializara. Pero la realidad choca frontalmente con los mundos de Yupi. Los abusos existen, tanto por parte de individuos como de gobiernos. Durante décadas, hemos visto cómo potencias como Estados Unidos han utilizado los medios para influir en la opinión pública. La percepción es una herramienta mágica, y en la era de Internet, esto se magnifica. No es ninguna locura pensar que la apertura total a contenidos internacionales podría utilizarse para desestabilizar a China, sobredimensionando problemas internos para poner a la población en contra del gobierno.

Demos la bienvenida a la “Soberanía Digital”

Para el gobierno chino, Internet no es un territorio sin fronteras. Lo que ocurre en la red dentro de sus fronteras físicas es visto como un asunto interno, tal como ya lo son la televisión o la radio en la mayoría de países. Lo que estamos viendo es lo que sucede bajo el concepto de “soberanía digital”, y no me parecería raro que en otros países se vean estas cosas en algún momento. Como he dicho, en España vemos normal que el gobierno controle las licencias de quien tiene un canal de TV o radio. Lo que ha hecho China es lo mismo pero con páginas web.

Sin ir más lejos, en España puedes buscarte un problema si dices según qué cosas en TV o radio. Vaya, lo hemos visto en nuestras carnes con la condena a El Jueves por injurias a la corona. En China te buscas un problema si hablas de forma parcial sobre temas sensibles, sin más. Ambos mal, pero igual. La diferencia está en la falsa sensación de que en Occidente podemos hablar de lo que sea. En China al menos son claros.

Empresas que saben más de tus gustos que tu gobierno

La protección de los datos no es solo una cuestión de privacidad, sino de seguridad nacional. Los países deben proteger la información de sus ciudadanos para evitar que sea utilizada de manera indebida por entidades extranjeras o empresas que responden a intereses particulares. Lo que ha hecho China no es más que regular los potenciales abusos que pueden suceder en una red tan abierta globalmente.

Dicen que “cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Lo que hoy es visto como “censura” en China, mañana podría ser considerado “protección digital” en otras partes del mundo.

Google, al seguir las leyes locales, no es más que otra empresa extranjera operando bajo la normativa de un país soberano. No se trata de una humillación ni de una rendición, se trata de cumplir con las reglas del lugar en el que decides hacer negocios. Criticar a Google por “colaborar” con China es perder de vista que las empresas están obligadas a respetar las leyes locales en cualquier país en el que operen, ya sea China, Estados Unidos o cualquier otro.

En lugar de demonizar a Google o a China, es necesario entender que la regulación de Internet en China no es un simple capricho autoritario, sino una estrategia de protección en un contexto mucho más amplio y complejo del que se percibe desde fuera.


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